Cocina Bergamasca
La provincia de Bérgamo abarca un territorio muy amplio, desde la llanura Padana, a los lagos y sus altos montes, y su cocina también es así, ofreciendo una gran variedad de platos. Algunos pobres y otros ricos en grasa, como los típicos de la cocina del norte de Italia, pero la mayoría son recetas con una gran tradición y no muy elaboradas.
Muchas tienen como base la polenta, un plato realizado con harina de trigo y cuya elaboración ha evolucionado con el paso de los años, actualmente se distinguen tres clases según sus ingredientes: polenta amarilla, la más conocida; polenta blanca y polentas oscuras. En concreto en está zona es típica la polenta «taragna», aunque originalmente pertenece a la cocina Valletinese, a la ciudad de Sondrio, al norte de Bérgamo. Se prepara fundiendo el queso, muy presente en la cocina bergamasca; en la polenta de maíz junto con un poco de mantequilla y añadiendo un fiambre de cerdo que se cuece, o salchichas.
El plato tradicional más conocido de esta cocina además de la polenta son los casoncelli, en el dialecto de Bérgamo se llaman “casonsèi”. Es un primer plato compuesto de grandes raviolis de pasta fresca con forma de media luna rellenos de carne, cocinado con mantequilla fundida y panceta y salvia. Inicialmente el plato nació para reutilizar sobras de carne, y fue evolucionando hasta el siglo XIX que se les empezó a condimentar añadiendo amaretti (galletas a base de almendras), pasas, cáscara de limón y por supuesto queso rallado.
Y para finalizar polenta e osei, la versión dulce del típico plato de los montes de Bérgamo. Una cúpula de bizcocho bañado en ron, (pan di spagna, como llaman en Italia); un estrato de crema de cacao y albaricoque, recubierta con una pasta de azúcar y harina de maíz y decorada con pajaritos (osei en su dialecto) de chocolate o a veces de mazapán. Su precio varía dependiendo del tamaño, desde los más pequeños por 3 a 12 euros o incluso más.
O si preferís algo más «ligero», otra opción es la tarta del Donizetti (Turta del Donizèt), dedicada al músico bergamasco Gaetano Donizetti. Es un bizcocho con forma de rosco con piña y albaricoques en su interior, confitados con marrasquino y vainilla y recubierta con azúcar glas.
A lo largo de la calle Gombito encontrareis la mayoría de los restaurantes y pastelerías de Bérgamo, ya que es una de las principales y desde donde se accede a las atracciones turísticas de la Ciudad Alta.
Como restaurante os recomiendo Il Circolino (Vicolo Sant’Agata, 19) en una esquina de la calle Gombito. Es seguramente uno de los más económicos y con mejor calidad de la ciudad alta, con casi 30 años se ha convertido en un punto de referencia tanto para turistas como los locales y estudiantes que viven en la ciudad. En su carta tienen especialidades bergamascas como los casoncelli (6,50€) y muy buena cerveza. El local es grande, tiene varias salas y una agradable terraza para comer, si el clima del norte lo permite.
Las mejores pastelerías son Cavour (Via Gombito, 7) y La Marianna (Largo Colle Aperto, 4) que también cuenta con un restaurante.
Si visitas Bérgamo, no te pierdas su gastronomía
¿Cuál de los platos os apetecería probar? ¿Ya lo habéis hecho?
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