El síndrome del viajero

By | 6 diciembre, 2015
sindrome viajero

La sed de viaje, un síntoma de inteligencia.

Se denomina el síndrome del viajero a la necesidad de estar constantemente viajando y visitando otros lugares. Una vez que empiezas a tener alguno de los síntomas que os detallo en este artículo, ya no hay vuelta atrás ni “cura” posible.

Yo creo que ya estoy “enferma”, aunque no sé si nací con ello o me contagiaron en algún momento sin que me diera cuenta.

  • Los viajes te persiguen

La palabra viajar está siempre en tu cabeza y junto con ellas otras que sueles ver o usas a diario en distintos medios de comunicación como low cost, oferta, escapada, Ryanair, Booking, Skyscanner, Lonely Planet…

  • Tienes un mapa mundi

Un mapa donde señalas los países en los que has estado y los que tienes pensado visitar. También vale una bola del mundo donde como cuando era pequeña la hacia girar, cerraba los ojos y extendía un dedo para descubrir qué lugar había señalado como un futuro destino.

  • Viajas virtualmente

En nuestro día a día encontramos infinidad de ofertas, artículos e imágenes. Sin embargo las que a ti te llaman más la atención son aquellas de playas paradisiacas, puestas de sol de ensueño, pueblos pintorescos… Así empezarás a soñar despierto, a pesar de que te parezca imposible poder visitar esos lugares y te conformes o consueles con compartirlo en las redes sociales. Peo no desesperes, si la enfermedad avanza seguramente pronto será otra persona la que comparta tus fotos.

  • Ahorras con una hucha viajera

Quizá no sea imprescindible ya que seguramente no te servirá para costear todo un viaje pero solo con uno o dos euros fijos al día puede ayudar mucho. Podéis comprar una hucha relacionada con algún motivo o fotografía de viajes o crear vuestra propia hucha DIY (Do It Yourself) personalizada. Y sobre todo no caer en la tentación de sacar las monedas antes del viaje.

hucha viajera

  • Empiezas a leer blog de viajes

Buscando constantemente inspiración para viajar y consejos e itinerarios de los destinos que te interesan a través de los ojos de otros viajeros.

  • Constantemente informado

En tu ordenador, ipad o smartphone tienes una aplicación para saber los horarios y el tiempo que hace en distintas partes del mundo y en especial en tus próximos destinos.

  • Te emocionas

Sí, te emocionas cuando ves a alguien con una maleta o buscando un lugar en el mapa mientras pasea por la calle o viaja en el metro, y piensas “¡que envidia!” ojala pudiese coger mi maleta e irme ahora mismo (aunque a muchos no les hace falta y se apañan con una mochila, reconozco que yo soy más viajera de maleta) o buscar rincones desconocidos de esa ciudad en un mapa.

  • Cinéfilo viajero

Has visto películas como Diarios de MotocicletaInto the Wild y últimamente La Vida Secreta de Walter Mitty, y siempre que tienes un poco de tiempo te gusta ver programas de televisión como españoles por el mundo, callejeros viajeros, madrileños por el mundo y un largo etcétera. Todos ellos te impulsan a viajar y soñar con nuevos destinos.

  • Maleta rondando por casa

Tienes una maleta a mano, ya sea de tu último viaje, que aún no te ha dado tiempo a deshacer o preparada para una partida inesperada. Hay que estar siempre preparados, ¿no?

  • Disfrutas de las pequeñas cosas

Detalles o cosas más sencillas que aparentemente no tienen porque llamar tu atención adquieren un matiz especial, por ejemplo un mojito en la playa, un atardecer, un saludo, un beso, una sonrisa, un paseo por una calle que no conocías, una comida, una cama, hacer la maleta, la espera en una estación o aeropuerto, conocer a alguien, aprender palabras de un idioma, llegar y partir. Para experimentar muchas de ellas no es necesario viajar pero su significado no sería el mismo.


Viajar te enseña a valorar el tiempo, que las 24 horas del día pueden dar para mucho más si sabes como aprovecharlas. Viajar te ayuda a liberarte de prejuicios, a ser más tolerante; a que no todo es blanco o negro, que también existe el gris, tal y como lo refleja el escritor francés Hipólito Taine en esta frase: “Viajamos para cambiar, no de lugar, sino de ideas”. Viajar te hace superar miedos, ser más fuerte, más valiente. Viajando aprendes a valorar lo que tienes, tu hogar, tu familia, tus amigos, los de verdad; a desprenderte de otras cosas menos importantes y a vivir tu propia vida.

Viajar es siempre posible si uno decide donde embarcarse; como dice Paulo Coelho: “El que está acostumbrado a viajar, sabe que siempre es necesario partir algún día”.


 

Si tenéis 15 minutos os recomiendo este video del blog Algo que recordar, donde explican el síndrome del eterno viajero desde su punto de vista y con el que en muchas cosas me siento identificada. 

«El ansia de viajar es una enfermedad que te salva la vida»

 

Yaiza
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Author: Yaiza

Madrileña de los pies a la cabeza, que ha vivido también en la Bella Italia, pero no cambia su cielo de Madrid. Amante de la fotografía que adora inmortalizar momentos con su cámara y contar historias. Odia hacer la maleta aunque le encanta buscar nuevos destinos y aprender idiomas. Nunca pierde un avión, las oportunidades no hay que dejarlas escapar y menos si se van volando.

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